Año con Calasanz 31 de enero

3. He recibido gran alegría al saber que se ha introducido en nuestra iglesia el ejercicio de la doctrina cristiana para los niños pobres, a los cuales, después de haberles enseñado, dice que se les da un panecillo y que fácilmente se encuentra quien se lo dé por caridad, y siendo esta obra en servicio de los pobres ha de ser muy grata a Dios y meritoria para quien la lleva a cabo. Exhorte de mi parte al P. Tomás que atienda a ello con toda diligencia, avivando la fe que nos dice «quod uni ex minimis meis fecistis, mihi fecistis». Haga esa obra por puro amor de Dios y quien le ayude participará también del mérito, y por ningún motivo se deje de continuar esta santa obra (Al P. Manzella, Nápoles, 3093-1642).

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